Alemania: importarán litio de Brasil e instalarán la primera refinería de litio a gran escala del país / Germany: lithium to be imported from Brazil and first large scale refinery to be installed in the country
La ciudad de Bitterfeld-Wolfen está en camino de convertirse en un lugar clave de la ambiciosa transición ecológica de Alemania con la instalación de la primera refinería de litio a gran escala del país.
Esta planta está llamada a desempeñar un papel central en el refinado, uno de los procesos esenciales -junto a la extracción- en los planes europeos para obtener las materias primas necesarias para alimentar los vehículos eléctricos.
La planta empezará a producir litio en mayo. Europa desea reducir su dependencia importadora.
El aumento de la demanda de baterías era “previsible“, explica Stefan Scherer, director de AMG Lithium, una empresa que “se subió a la ola” y lanzó este proyecto de refinería hace más de cuatro años.
En el este de Alemania y a unos 140 kilómetros de Berlín, Bitterfeld-Wolfen, fue el lugar elegido por su “proximidad a los clientes”, los actores de la potente industria automovilística alemana, añade Scherer.
Europa considera que su dependencia de las importaciones de metales raros como una desventaja creciente en un contexto de tensiones geopolíticas, especialmente con China.
Potencial productivo
Pese a no ser el mayor productor de litio bruto, China dispone de gran parte de la capacidad de transformación mundial y de producción de baterías.
Según la Cepal, Chile, Bolivia y Argentina, forman el llamado “triángulo de litio” ya que cuentan con el 56% del total mundial del metal.
La Unión Europea presentó el año pasado propuestas para garantizar el suministro y aumentar la extracción y la transformación de materias primas esenciales para la industria europea, desde el litio y el cobalto hasta el níquel para las baterías de automóviles.
Su objetivo es asegurar 40% del refinamiento de materias esenciales en su territorio.
La fiebre por el llamado ‘oro blanco’ podría cambiar el destino de Bitterfeld-Wolfen, ciudad de menos de 40.000 habitantes, antiguo bastión de la industria química alemana y durante mucho tiempo una de las ciudades más contaminadas del país.
El director de la fábrica afirma que el primer módulo podrá producir 20.000 toneladas de hidróxido de litio al año, suficiente para fabricar medio millón de baterías de automóvil. A eso se podrán añadir secciones para alcanzar las 100.000 toneladas, “hasta el 20%” de la demanda en Europa.
El litio para refinar se importará inicialmente de Brasil.
Para la industria alemana, y especialmente los fabricantes de automóviles, deslocalizar la producción de litio “aumenta su resiliencia en caso de tensiones en la cadena de suministro internacional”, según Yoann Gimbert, especialista en movilidad eléctrica del grupo de reflexión Transport and Environment.
Proyecto de mina
En Zinnwald, municipio cercano a la frontera checa, un proyecto apoyado por AMG aspira a completar la cadena productiva con la explotación de un prometedor yacimiento de litio.
Abastecerse localmente de grandes cantidades de litio resultará difícil, como demuestra el modesto objetivo de extracción del 10% fijado por la UE.
Pero proyectos como este podrían ser una “pieza esencial” para consolidar localmente las industrias ecológicas, afirma a la AFP el director ejecutivo de Zinnwald Lithium, Anton du Plessis, que espera que la mina funcione a pleno rendimiento para finales de la década.
Aunque la extracción es sólo una solución parcial, la nueva capacidad de transformación prevista en Europa podría “satisfacer totalmente la demanda”, afirma Cornelius Baehr, analista de IW Consult.
Pero a su parecer, la ejecución de los proyectos actuales sigue siendo incierta, y el tiempo de puesta en marcha de los nuevos centros de producción -entre cinco y diez años- implica que el objetivo de la UE para 2030 “no será fácil de alcanzar”.
(Fuente: La Nación)
The town of Bitterfeld-Wolfen is on track to become a key site in Germany’s ambitious ecological transition with the installation of the country’s first large-scale lithium refinery.
This plant is set to play a central role in refining, one of the essential processes – alongside extraction – in European plans to obtain the raw materials needed to power electric vehicles.
The plant will start producing lithium in May. Europe wants to reduce its dependence on imports.
The increase in demand for batteries was “foreseeable,” explains Stefan Scherer, director of AMG Lithium, a company that “rode the wave” and launched this refinery project more than four years ago.
In eastern Germany and about 140 kilometers from Berlin, Bitterfeld-Wolfen, was the site chosen for its “proximity to customers,” the players in Germany’s powerful automotive industry, Scherer adds.
Europe sees its dependence on imports of rare metals as a growing disadvantage against a backdrop of geopolitical tensions, especially with China.
Production potential
Despite not being the largest producer of raw lithium, China has a large part of the world’s processing and battery production capacity.
According to ECLAC, Chile, Bolivia and Argentina form the so-called “lithium triangle” since they account for 56% of the world total of the metal.
Last year, the European Union presented proposals to guarantee the supply and increase the extraction and processing of essential raw materials for European industry, from lithium and cobalt to nickel for car batteries.
Its goal is to secure 40% of the refining of essential materials on its territory.
The rush for the so-called ‘white gold’ could change the fate of Bitterfeld-Wolfen, a city of less than 40,000 inhabitants, a former stronghold of the German chemical industry and for a long time one of the most polluted cities in the country.
The factory manager says the first module will be able to produce 20,000 tons of lithium hydroxide a year, enough to make half a million car batteries. To that, sections can be added to reach 100,000 tons, “up to 20%” of the demand in Europe.
The lithium for refining will initially be imported from Brazil.
For German industry, and especially automakers, offshoring lithium production “increases their resilience in the event of tensions in the international supply chain,” according to Yoann Gimbert, a specialist in electric mobility at the Transport and Environment think tank.
Mine project
In Zinnwald, a municipality near the Czech border, a project supported by AMG aims to complete the production chain by exploiting a promising lithium deposit.
Sourcing large quantities of lithium locally will be difficult, as demonstrated by the modest 10% extraction target set by the EU.
But projects like this one could be an “essential building block” for consolidating green industries locally, Zinnwald Lithium CEO Anton du Plessis, who expects the mine to be fully operational by the end of the decade, tells AFP.
Although extraction is only a partial solution, the planned new processing capacity in Europe could “fully meet demand,” says Cornelius Baehr, an analyst at IW Consult.
But in his view, the implementation of current projects remains uncertain, and the start-up time for new production sites – between five and ten years – means that the EU’s 2030 target “will not be easy to achieve”.
(Source: La Nación)
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